martes, julio 04, 2006

Productos de información

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Tal vez el términio de búsqueda del post anterior fue demasiado ambíguo. Cuando hablo de Productos de información, me refiero al mismo concepto que en inglés tiene la frase Information products. Que a la vez se entiende por sí misma. Es decir, información empaquetada como un producto.

Información es poder, reza un conocido y común lema. Ahora, en la llamada era de la información, el tener conocimiento de alguna información clave puede representar una ventaja competitiva sobre cualquier competidor sin importar de qué tamaño sea. Por otra parte, no es nuevo ni exclusivo de esta época que es crucial para ciertas industrias y situaciones de la vida la información. Muchos países como China o Estados Unidos incluso desarrollan tecnología militar para proteger, divulgar o manipular la información en el contexto de la seguridad nacional.

La diferencia es que ahora podemos monetizar y darle valor agregado a la información que poseemos. Sí, se puede dar un valor monetario a cierta pieza de información que poseamos en función de las ventajas que nos da sobre la competencia en términos de tiempo o dinero.

El valor de la información está dado por su utilidad o relevancia. Dicha utilidad, en la mayoría de los casos situacional, es lo que marca la diferencia entre información valiosa y un simple dato. Seguramente muchos de nosotros hemos escuchado la historia del consultor que cobraba $1,000 dólares por apretar un tornillo. $1 dólar por apretar el tornillo y $999 dólares por saber cuál tornillo apretar.

Las teconolgías de información con las que contamos en la actualidad nos permiten divulgar casi instantáneamente a cualquier parte del mundo cualquier información a un costo prácticamente nulo. Muchas industrias han aprovechado esta ventaja para generar nuevos modelos de negocios.

El problema más grave es precisamente que la información que se puede divulgar puede ser cualquier cosa. Lo mismo puede ser una llamada de auxilio ante una situación producida por un desastre natural, la cobertura de un evento deportivo, o una ceremonia de relevancia global como también lo puede ser correo electrónico basura (Spam), un virus informático o propaganda de un gobierno represivo.

Por otra parte, mucho se ha hecho en la investigación de la manera de llevar instantaneamente información relevante a la persona que la necesita. Ésa es precisamente la apuesta del modelo de negocios de Google.

Ahora, en el supuesto de que poseemos información relevante para alguna persona o grupo, y que tenemos los medios para hacércela llegar, ¿cuánto estará dispuesta a pagar por esa información dicha persona? Puede llegar a ser mucho dinero.

¿Qué tal si empaquetamos la información que nuestro usuario necesita conocer en un producto? Puede ser un libro, un disco, una página web, una revista, una lista de correo electrónico, una llamada telefónica, una imagen, un ringtone, un catálogo. La idea es que nuestro producto pueda ser identificado y que sea tangible en la mente del consumidor (no necesariamente debe tener existencia en el mundo físico.)

La ventaja de la información en nuestros días es que la podemos duplicar y distribuir practicamente ilimitadamente a costos muy bajos. Una vez empaquetada, la podemos hacer llegar a cualquier parte del mundo sin preocuparnos por costos de logística, inventarios, aduanas o impuestos. En el caso de un programa de software, puede operar sin contratiempos por 10 años o más, generándonos ganancias, sin tener que pagarle a un empleado para que funcione.

Estas características también son un arma de dos filos. También nuestra competencia tiene la capacidad de duplicar y distribuir la información que poseemos a muy bajo costo. ¿Dónde está el negocio entonces? La lógica aplicada en las leyes de oferta y demananda nos dice que entre más abundante sea un producto (oferta) con una demanda constante, el precio tenderá a disminuir. El verdadero valor de la información está dado por la relevancia.

En lo personal, soy partidario del Software Libre y de proyectos como Wikipedia o el proyecto Gutemberg. Realmente pienso que los derechos de autor, las patentes, la lucha contra la piratería y contra las redes peer-to-peer, y los castigos draconianos para quien rompa cualquiera de esos "principios", poco pueden hacer contra la tendencia que inició hace muchos años de hacer la información universal. Esto de ninguna manera rompe con la capacidad de convertir el valor intrínseco de la información por su relevancia en valor monetario.

Las personas están llenas de conflictos, dichos conflictos pueden ser reales, pueden ser impuestos por la sociedad o los medios, o simplemente existir solamente en su imaginación. La gente está dispuesta a dar su dinero o cualquier otro bien tangible o intangible con tal de obtener la resupuesta (o la ilusión de la respuesta) para resolver sus conflictos.

Dichos conflictos pueden ser entre otros: reestructurar sus deudas, conseguir un nuevo crédito, adelgazar, conocer potenciales parejas sexuales, conseguir status, estar a la moda, sentirse más atractivo, comer sanamente, obtener un mejor empleo, conseguir más dinero, etc. Ciertamente dudo que alguien pueda resolver cualquiera de esos conflictos de cualquier otra persona, pero estoy convencido de que la gente está dispuesta a pagar por la información que les diga cómo resolver cualquiera de esos conflictos sin que necesariamente implique que una vez teniendo la información hagan algo al respecto. Muchas industrias están basadas en estas premisas.

Básicamente eso es un producto de información. Una pieza de información relevante empaquetada de manera que pueda ser identificada y se le pueda asignar un valor monetario dando al consumidor la ilusión de obtener algo tangible.

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